MAR: SILENCIOS Y ENIGMAS

Silencio que habla, tempestades sin viento, mar sin olas.

Octavio Paz

La ausencia de sonidos es el silencio; pero no es un vacío de comunicación, sino que comunica algo que no se dice con palabras: es creador de una realidad enigmática, símbolo de lo inefable y lo inexpresable. Todo lo que existe son aspectos parciales de él y se genera en lo que no existe, en lo que no aparece. Es una mirada abierta a la metáfora, llena de contrastes y simbología.

El mar ha fascinado y atraído al ser humano desde que tenemos memoria. Su misterio nos atrapa en infinidad de preguntas sin respuesta. Emociones como: infinitud, serenidad, eterno cambio, acompañan nuestros pensamientos al contemplarlo. A la vez, su poder hipnótico ejerce una especial conexión con nuestro sistema nervioso que nos sumerge, en un silencio profundo repleto de sonidos insonoros, que nos acercan al subconsciente, haciendo aflorar un aluvión de sentimientos; ese mágico lugar donde el propio silencio sea el que nos hable desvelándonos sus misterios, abriéndonos a otra realidad a lo oculto.

MAR: SILENCIOS Y ENIGMAS, es una exposición que propone al espectador por un lado una reflexión sobre lo infinito o la relación de conceptos antagónicos como: espacio/tiempo, vacío/plenitud, imaginación/realidad, luz/oscuridad, presen-cia/ausencia, armonía/caos o lo inmaterial y, por otro le plantea un viaje a la búsqueda de los mundos oníricos y los enigmas que esconde el eterno mar: un atlas lírico de territorios íntimos perdidos en la nebulosa del tiempo y la memoria. Son espacios minimalistas, meditativos, en los que no todos los elementos son reconocibles, a los que nunca hemos ido, misteriosos e inquietantes, donde convive lo concreto con lo abstracto sugiriendo, un reino invisible de la mente; una representación plástica de nuestro yo más íntimo.

Para estos fines recurro al lenguaje visual más emotivo, literario y abstracto del blanco y negro. La falta de color, nos obliga a usar la imaginación, apelando a nuestra parte más emotiva, favoreciendo, sin distracciones, la búsqueda de estos mundos y enigmas, aunque siempre nos quedaran los siguientes interrogantes que resume Mario Benedetti en su poema EL MAR:

¿qué es por ventura el mar?
¿por qué fascina el mar? ¿qué significa
ese enigma que queda
más acá y más allá del horizonte?