EXTRAÑOS SEMEJANTES.
Las personas que parecen maniquíes o los maniquíes que parecen personas.
Los Maniquíes podríamos considerarlos una prolongación hueca sin alma de nosotros mismos; es una superficie donde nos proyectamos.
La sociedad del siglo XXI está profundamente definida por la revolución cibernética que ha modificado nuestras pautas y comportamientos, desvalorizando nuestro ser espiritual llevándonos a la deshumanización, convirtiéndonos en otra realidad abstracta de nuestro yo: los maniquíes.
Extraños semejantes es una reflexión sobre la pérdida de nuestras características humanas. Para ello recurro al desenfoque transformando a estos humanoides en seres esperpénticos, oníricos, monstruosos metáfora de la falta de alma.
José Carlos Ñíguez